Irrumpe en la campaña electoral un nuevo personaje, Míster Guille, un dibujo animado de Vara dirigido a captar el voto de la gente que se mueve en Internet, todo un universo de apoyos electorales
La campaña que se ha sacado de la manga el PSOE para promocionar a Guillermo Fernández Vara en Internet a través de un dibujo animado está dando que hablar más de la cuenta. Y es que no todos los días un candidato o político consiente que su partido se invente una caricatura de sí mismo, lo vista de superhéroe con gafas y lo presente como “Míster Guille”, un tipo capaz de cambiar el chip del joven extremeño, el cual no sólo tiene que salir a buscar empleo sino meterse a emprendedor.
Con la crisis que tenemos encima, y una tasa de paro por encima del 23% en Extremadura, hay que estar muy seguro electoralmente para plantear un discurso de esta naturaleza a dos meses de unos comicios. No queda muy lejos el ejemplo del PSC en Cataluña cuando se inventó el comic de “Supermontilla, el increíble hombre normal” y obtuvo el resultado que obtuvo: perdió 9 diputados y consiguientemente el gobierno de la Generalitat.
En Internet, y más aún utilizando el humor como fórmula, la línea que separa la efectividad del ridículo es tan fina que más de uno prefiere no apostar. Sin embargo, Fernández Vara y su equipo han optado por arriesgarse. Saben que, a diferencia de lo que le ocurría a Montilla, que iba ya a la desesperada, en Extremadura hay margen para el error.
De todas maneras, a tenor de los comentarios que está registrando la campaña en sólo tres días, todo indica que los capítulos del tal Míster Guille seguirán adelante, sus historias estarán presentes de aquí al 22 de mayo.
Los socialistas han entendido que en las elecciones hay que jugar no con una sino con todas las barajas a la vez. En este sentido, la filosofía de la que hace gala Vara es que «grano a grano, hace granero» que traducido a estrategia electoral significa que «voto a voto, llena la urna». Metafóricamente se puede decir que misma está escrita con letras de sangre en la pared de la sede del PSOE.
A los mítines ya sólo van los palmeros, los debates tienen el seguimiento que tienen dado que sus formatos son demasiado encorsetados, y el resto de fórmulas electorales están en crisis. Vara es conciente de su atractivo dando besos y abrazos a todo el mundo cuando va a los pueblos y conoce de su empatía toda vez que mantiene encuentros con distintos colectivos, pero también sabe que Internet se ha convertido en una fuente de captación de votos universal a la que no se puede renunciar. No es que la red sea la panacea de un resultado electoral, pero qué duda cabe que influye, y cada vez más.
Es triste pero también real que gran parte de los jóvenes no leen los periódicos ni ven la televisión. Algunos sólo escuchan la radio para oír música y rara vez hablan de política en grupo o se interesan por las diferentes opciones. Sin embargo, Internet -y en los últimos años las redes sociales-, forman parte de sus vidas como el respirar. Es a ellos a quienes principalmente va dirigido este tipo de producto.
Puede que el efecto sea negativo, que gran parte de la población joven considere que se trata de una burla, pero qué duda cabe que en más de un caso les hará hablar del personaje. Se habrá conseguido lo que se persigue, que accedan a la política a través de un lenguaje particular. Ya tendrán tiempo de madurar. O no.