Vara dijo el jueves en Badajoz, ante un nutrido grupo de empresarios, que no tiene «ningún privilegio» en el ámbito económico por su labor política, que cobra 4.000 euros mensuales, a razón de 14 pagas al año -que es más o menos lo que cobraba como médico-forense-; que no gana nada por su condición de diputado en la Asamblea porque ha renunciado a ello, y que ingresa en la Junta de Extremadura sus honorarios como vicepresidente del Comité de Regiones de Europa. Además, reveló que tiene un millón doscientos mil euros inmovilizados en una cuenta a plazo porque no puede hacer nada más con este dinero que tenerlo así dado que es político, y que posee esta cantidad porque la heredó de su familia.
Es verdad que el presidente extremeño y candidato del PSOE a las elecciones del 22 M respondía a una pregunta de uno de los asistentes al acto, pero tampoco estaba obligado a dar cuenta de que él no gana más que antes por estar donde está ni que cuenta con un montón de euros en el banco. A la gente, en general, no le gusta que sus dirigentes tengan mucho dinero. No se lleva y menos en el ámbito del PSOE, dado que este perfil se asocia tradicionalmente a la derecha.
Sin embargo, Vara prefirió correr el riesgo. Quiso trasmitir que, a diferencia del que se mete en política para medrar y, de paso, mejorar su calidad de vida y su cuenta corriente, su caso es distinto. Su pregunta a la audiencia de «¿dónde están mis privilegios?» quedó sin respuesta. Vara no estaba en un foro de currantes o descamisados, que diría Alfonso Guerra, sino de pequeños empresarios y autónomos que están más que hartos de políticos corruptos o caraduras que se suben al coche oficial y no se bajan aunque entre a buscarlos la Guardia Civil.
Este colectivo supone todo un espaldarazo cara a unas elecciones que se van a desarrollar en un contexto adverso como en el que estamos, donde la crisis cierra negocios y manda a la miseria a empresas levantadas durante años. Toparse con un tipo así resulta cuanto menos chocante, lo que puede provocar cosechar apoyos en campo contrario.
Monago no se queda quieto
Claro que Monago no se ha quedado quieto. Ayer mismo en Plasencia dijo en un acto electoral y a preguntas de los periodistas que los únicos ingresos que percibe son los de su sueldo como senador. «Viene en la web del Senado, es público, y lo conoce perfectamente la Agencia Tributaria». También destacó que no percibe trienios a pesar de ser funcionario desde 1987, ni dietas de la Asamblea; y que sus depósitos en cuenta rondan los 59.000 euros. Añadió que aunque tiene el 50 % de un inmueble, vive en un piso de alquiler y que tiene un coche con 200.000 kilómetros.
El líder del PP no tuvo por menos que retratarse. Por culpa de Vara, reveló sus ingresos y patrimonio: «Si tenemos que abrirnos en canal, lo hacemos», dijo con sorna. Y es que él sabe que el candidato del PSOE pierde entre los sectores de izquierda por tener mucho dinero, pero gana en el centro y la derecha al salirse del perfil de político que mejora su vida dedicándose a la cosa pública. Monago no es que se haya hecho rico en el PP, pero no puede seguirle en este patrón y, por ello, le incomoda la estrategia.