>

Blogs

Fernando Valbuena

La Cuchara de San Andrés

LECHE DE PANTERA

Cantina legionaria

 

La Legión es un buen lugar para practicar deportes de riesgo como el heroísmo. Digo esto al hilo de la soberbia conferencia que sobre el Tercio despachara el coronel Don Adolfo Alonso el pasado viernes, aquí, en Badajoz. Hombre que entre los muchos timbres de gloria que atesora tiene el de ser caballero legionario. Interesante conferencia que envuelta en la tensión de las noches de guardia. Desgranó historia e historias dignas de general conocimiento. Entre ellas, y para refrescar los gaznates, sirvió una parrafada de leche de pantera.

Bebida legionaria de origen incierto. Dos versiones enfrentadas a muerte. La más extendida es la que asegura que fueron legionarios heridos quienes en su agonía bebían lo que encontraban en los hospitales de campaña. O sea, leche condensada y alcohol de desinfectar. Eso sí, lo suyo es añadir a la mezcla algo de pólvora. Negra como la pantera negra. Espíritu legionario.

Hay otra versión menos poética, pero que quizá tenga algo más de verdad. Casábase Celia Gámez y era Millán Astray el padrino. Servía el convite Perico, Don Pedro, Chicote. A los postres, general y barman departían sobre barras y farras. El fundador de La Legión se interesó por una bebida que fuera nutritiva, económica y sencilla a la vez. Allí mismo Chicote le preparó algunas mezclas. Los laureles fueron para un combinado dulce como el beso de la muerte. Leche condensada, ginebra al gusto y hielo. Agitado y muy frío. Parida la idea, faltábale bautismo. Y dado que la Gámez vestía el día de su boda traje negro como el luto del correaje, y dado que lo ceñía a sus hechuras de pantera como un mal pensamiento, el nombre estaba también servido. ¡Leche de pantera, mi general!

En el Sahara se sustituía la ginebra por coñac o por whisky. O ambos dos. Hay quien le echa clara de huevo y lo normal es rematar la mezcla con canela, no con pólvora. Pero La Legión no es normal. La Legión es religión de hombres valientes. Romancero de memoria clara. “Que las moritas de Ketama prefieren a los legionarios porque dicen que son los más temerarios”. Y si uno de ellos le invita a brindar con leche de pantera no se haga usted el remilgado. Recuerde que el único presente que no miente es la sangre derramada.

 

Otro sitio más de Comunidad Blogs Hoy.es

Sobre el autor

"Todo comienza con un chorreón de aceite al que se añaden unos ajitos. Sempiternas primeras palabras de los recetarios ibéricos, génesis indubitada del arte culinario nacional. Quiso Dios poner en cada cocina un clavo para que de él colgaran las ristras de ajos. Ristras soberanas de las viejas, de las muy nobles y muy invictas cocinas españolas. Alma y fundamento de asados, fritangas y guisotes. ¿Qué sería de España sin sus ajos? ¡Soberbios fogones patrios! ¡Alabados seáis!"


noviembre 2013
MTWTFSS
    123
45678910
11121314151617
18192021222324
252627282930