Saying Grace de Norman Rockwell.
Merecen sincero homenaje las mesas por Cuaresma, por Semana Santa, tan sencillas, tan austeras. Antes de entrar en harina,… harina de otro costal, costaleros,… amigos cofradieros, tiene aroma a torrijas la tierra extremeña cuando van llegando estas fechas. Torrijas de leche o vino dulce. Pan,… ¡pan celestial!, huevos, leche, azúcar, aceite… y la canela de tus manos, madre, hermana,… Y en ellas el recuerdo doliente y vago de los que se nos han ido. “Abuelita,… ¡qué ricas que están!”
Ahora sé que allá donde nos esperas, Señor, también ha de oler a torrijas. Y a ese potaje tuyo de vigilia que se nos enreda la memoria. Y a bacalao, sacrosanto bacalao de todas nuestras hambres. Potajes de todas las vigilias. ¡Soberbios potajes de España por Cuaresma! Bacalao, espinacas, cebollas, ajos, pimentón,… Viernes de Cuaresma, que traes de la mano a tu pariente, el bacalao en salazón. Bacalao en la croqueta, bacalao en el buñuelo, bacalao en las tortillitas,… Decir bacalao es decir, en alguna medida, Cuaresma.
Pero no solo de bacalao vive el cristiano. Es tiempo también de dulces memorables. Buñuelos de viento, leches fritas, orejones vascos, dátiles de Getsemaní rellenos de almendra y dulce de leche, sencillas aceitadas zamoranas, pestiños andaluces,…
Y licores,… Quizá entre todos ellos sea el más curioso el reparo cartagenero. Compañero en las noches del Jueves Santo, noche del encuentro entre el Señor y su madre bendita. Altas horas de la madruga en que el frío suele apretar y para quitar las telarañas no hay como tomar un “reparico”. Mezcla de brandy y vino dulce de pasas a partes iguales en vaso pequeño. Quien lo prueba en la noche del encuentro no lo olvida. Pero no acaba aquí la cosa. “Pa torrat” de Viernes Santo en Crevillente. Patatas viudas,… tan pobres, tan dignas,… y los humildes escabeches de las mesas humildes, y los aún más humildes chicharros, y las sopas de ajo de nuestra infancia que a nosotros vuelven con su pan duro y su pimentón… y la voz del padre bendiciendo la mesa,… Padre, ¿dónde estás? Ya no se bendice la mesa. Nos da un no sé qué, un qué se yo, un no sea que,… que ya no se bendice la mesa. Ya no se besa el pan cuando se nos cae. ¡Ay!, pero ya falta menos para el lunes de Pascua,… río Tormes, río Tormes, hornazos salmantinos, siempre rellenos de cochino y buenas intenciones, que pronto llegarán los exámenes finales. Entonces, entonces rezaremos.