Viajando por España uno va hermanando tierras y paisanos. Gira la rueda y el tren para en Asturias, la del pixin y los oricios, la de la sidra y la palabra que no se rompe. Hoy recordamos a Don Calixto y su caldereta de pescados que llaman en el concejo de Xixon y, aún en toda la costa asturiana, caldereta alvargonzález. Dicen que este Alvargonzález, Don Calixto, fue fundador y director del diario El Comercio, empresario del tranvía, banquero, erudito y, a lo que nosotros toca, patriarca de los gastrónomos asturianos. De su mítica caldereta tenemos noticia primera por el gran Ángel Muro en su Practicón, allá por 1894, obra de la que les hablaré en otra ocasión. Años más tarde, en 1908, es el propio Calixto Alvargonzález quien publica un opúsculo sobre tal guisote en la imprenta Mauro de Gijón.
Trátase de una olla de pescados de roca, encamados, de los más duros a los más tiernos, y separados por cebollas, pimientos, perejiles, guindillas, pimientas y mejillones. Don Calixo escribe: «No conozco la fecha de su origen, en la concha (sic) de Gijón los pescadores de altura la vienen haciendo de tiempo inmemorial a bordo de sus lanchas cuando la pesca les obliga a quedarse varios días en alta mar». Por cierto, según Don Calixto tal guiso ha de acompañarse con limonada, o sea, de “limón nada”, más bien sangría de recios vinos blancos del terruño.
Pero lo más curioso es que ya en esa su obra de 1908 Don Calixto menciona su propia cacerola. La cacerola de los Alvargonzález. Dice: “Lo primero y esencial, para hacer una buena caldereta es una cacerola ancha y baja, y con una tapa que cierre bien; pero como es difícil hallarla de estas condiciones, tengo una construida ad hoc, que siempre me dio magníficos resultados, pues cuenta con unas doscientas y tantas cocidas”. El caso es que a la muerte de Don Calixto la cazuela pasó, cual preciada reliquia, a sus hijos y de éstos a sus nietos, siendo así que aún se conserva en manos de la familia Alvargonzález la centenaria olla, gloria de los pucheros patrios.
¡Honor y prez a Don Calixto, a su olla, a la caldereta asturiana o de alvargonzález y a la tierra de la Santísima Virgen de Covadonga!