Una visita de Esperanza Aguirre a Cáceres da para mucho y cientos de fotos. En el paseo que se dio por Cáceres en 2001 la mirada atenta se fijó en el momento en el que la entonces presidenta del Senado se paraba espontáneamente ante un puesto ambulante de cerezas del Jerte y sacaba el monedero para llevarse unas cuantas. El ambulante, más acostumbrado a ser perseguido por las autoridades para que retire su puesto callejero que otra cosa, no cabía en sí de gozo y explotó de alegría en un batir de palmas con una alegría tan contagiosa que hasta algunos miembros del séquito que acompañaba a Aguirre en su visita se arrancó también a acompañarle. El momento es en la mayoría de las ocasiones la clave de la mejor fotografía posible.