FOTOGRAFÍAS HISTÓRICAS DE LAS NOVATADAS EN CÁCERES 1998-2009. Pincha aquí
FOTOGRAFÍAS DE LAS NOVATADAS DEL CURSO 2012-1013. Pincha aquí.
Eternamente joven. Así se siente Lorenzo Cordero tras someterse a su particular cura en la fuente de la eterna juventud cada mes de septiembre. Intuíamos cuál era su secreto, pero hoy lo ha desvelado sin un solo pestañeo de sus grandes ojos azules de niño grande: no sólo fotografía las novatadas como reportero, sino que termina participando activamente en la fiesta como uno más. Y claro, eso quita arrugas.
La Mirada Atenta tiene sus trucos para conseguir buenas fotografías, ya lo hemos contado en anteriores posts: se mimetiza con el ambiente, empatiza con los protagonistas, se adapta a cualquier situación como un camaleón para no interferir en lo que sucede.
Cuando el dolor empaña el objetivo, se convierte en invisible, pesa menos que una hoja al lado de los dolientes para molestar lo menos posible.
Cuando hay jaleo, y se reparten golpes o insultos en mitad de un tumulto, la Mirada Atenta se empequeñece para meterse en cualquier hueco desde el que hacer la foto.
Y si los universitarios de Cáceres se echan a la calle para recordar a la ciudad de que existe vida más allá del tórrido verano de la dehesa, Cordero se transforma en un estudiante más que canta y se agarra a los jóvenes que celebran la vida como si nunca fuera a llegar el paro, las letras de la hipoteca, o el peso de las preocupaciones.
Eso sí, no deja de hacer fotos ni un solo momento mientras que recorre, rincón a rincón, las calles del centro por las que se desparrama el bullicio alegre de los novatos y veteranos al igual que el alcohol y las consabidas molestias para el resto de los vecinos.
Antes, las novatadas universitarias se celebraban en el campus hasta que fueron prohibidas después de que el jaleo formado superase los límites de la cordura que se esperan en un recinto académico. Al salir de la zona universitaria, las novatadas han regalado mejores escenarios y más espontaneidad al objetivo de la Mirada Atenta, ya que la foto, la buena foto, puede esperarle a la vuelta de cualquier esquina.
Lorenzo Cordero ya lleva dos días haciendo fotos de novatadas, y el entusiasmo juvenil que le acompaña en su trabajo es creciente. Un día más y se habrá quitado unas cuantas arrugas de la frente. Si es que no hay nada como sentirse joven. La transformación recorre las venas por dentro.