ALGUNOS EJEMPLOS DE SUS REPORTAJES FOTOGRAFÍA DE MODA. VER AQUÍ
Lorenzo Cordero ha estado unos días de descanso, y por eso el blog ha estado también parado. Dedicamos este post a contar qué hace un fotorreportero cuando puede cogerse tres días seguidos de vacaciones tras casi dos semanas sin descansar: seguir haciendo fotos, pero de otro tipo.
Todo el mundo sabe que Lorenzo Cordero lleva 23 años trabajando como fotógrafo de prensa, pero pocos conocen que lleva otros 13 haciendo pinitos en el campo de la moda, un mundo totalmente ajeno al ambiente en el que suele desenvolverse, pero en el que empieza a ser conocido entre los los profesionales del sector.
Sus pinitos en la fotografía del modelaje no nacieron por afición, sino por afán de aprender más y mejorar su técnica. De la mano de su amigo fotógrafo Joanjo Molina, quien también le introdujo en círculos importantes de Madrid, descubrió que la fotografía de moda exigía una técnica muy depurada, y un perfecto dominio de las luces, la iluminación, y la ambientación.
El control de estas habilidades y recursos le permite a su vez hacer mejores fotografías cuando trabaja en la calle, cubriendo eventos rápidos, en los que existe poco tiempo para la preparación previa. El fotoperiodista tiene que cazar al vuelo la foto buena sí o sí, sin que valgan las repeticiones.
Es así como lleva 13 años dedicando parte de su tiempo libre a fotografiar a chicas guapas, muchas de ellas espectaculares, levantando envidias y risitas maliciosas a partes iguales entre sus compañeros, acostumbrados ya a ver su trabajo diario jalonado con fotos sueltas de modelos que posan con sus largas piernas en todo tipo de lugares, desde paisajes de Los Barruecos, hasta casas viejas o vías abandonadas del tren.
En las vías del tren, tratando de sacar el máximo aprovechamiento de la ambientación y las luces naturales.
Uno de sus primeros trabajos como fotógrafo de moda lo realizó con Miss Cáceres, y haciendo estas fotos fue como se dio cuenta de que aún le quedaba mucho por aprender a nivel técnico, por lo que decidió continuar en esta línea en plan autodidacta. La mayoría de las veces realiza estos reportajes como una sesión de aprendizaje y no cobra a las modelos, que se van pasando su teléfono de mano en mano.
La ambientación y el máximo aprovechamiento del entorno en la fotografía de moda es uno de los objetivos en los que trabaja La Mirada Atenta, aunque los compañeros de trabajo de Lorenzo suelen fijarse más en las bellas protagonistas de sus reportajes. Sin embargo, él se muestra muy orgulloso de sus avances, y reivindica la fotografía de moda como un campo en el que está creciendo profesionalmente de forma paralela a su faceta más conocida como fotoperiodista.
En uno de sus últimos trabajos, realizado en el entorno de Los Barruecos, pasó un día entero haciendo fotografías, metiéndose incluso en el agua de un lago para coger las mejores tomas. El resultado, un bonito book para la modelo, ha sido objeto de risas maliciosas entre sus compañeros periodistas. Sin embargo, él reivindica la seriedad del trabajo y la profesionalidad con la que la desarrolla. Eso sí, la Mirada Atenta tiene ojo, y para fotografiar, también hay que mirar. Es fotógrafo, no ciego.