La protesta de los trabajadores chocó con el orden establecido, pero no llegó la sangre al río (1996).
El fotoperiodista tiene que decidir en décimas de segundo qué es lo esencial, contar toda la historia en décimas de segundo. Nada más y nada menos. Por eso queda para el recuerdo la imagen captada por Lorenzo Cordero de un conocido militante de Comisiones Obreras dialogando con un agente de la Policía Nacional durante una manifestación en Cáceres en 1996.