Las naranjas pueden sacarte de más de un aprieto si te has quedado sin pastillas para encender la chimenea. Una de nuestras lectoras, Rocío, sugiere utilizar la piel de las naranjas para encender el fuego. Ella dice que consigue mondar la naranja de una sola vez y que la deja secar durante unos días antes de meterla en la chimenea. Asegura que si acercas una llama de fuego a la piel de naranja, ésta prenderá y comenzará a echar chispas. Según ella, la piel seca de las naranjas contiene unas sustancias muy inflamables y éstas son las culpables de que salten las chispas. Asegura que el olor que desprenderá tu chimenea con las naranjas es muy agradable y que sale bastante más barato que andar comprando pastillas todo el invierno. Aunque tendrás que devorar demasiadas naranjas si quieres pasarte todo el invierno sin usar pastillas.