El ajo es un potente anticoagulante, vasodilatador y depurador; reduce el nivel de colesterol y grasas, así como incrementa el nivel de serotonina en el cerebro, ayudando a combatir el estrés y la depresión. Éstas son algunas de sus múltiples propiedades y por sus beneficios, el ajo se ha convertido en un alimento imprescindible en las dietas de casi todos. Su profundo sabor, un poco picante, adereza cualquier ensalada, plato de pasta y guisos. El enigma del ajo es cómo manipularlo sin quedar con un profundo olor en los dedos. Hay quien asegura que sólo se debe abrir el grifo y dejar correr el agua sobre las manos sin frotarlas. Cuando hayan pasado unos instantes, se vierte jabón en las manos y se frotan suavemente, después, se secan con un paño o toalla. Dicen que es muy importante no frotar las manos hasta que el olor haya desaparecido.