Evita las grietas y el picor en tus manos provocados por la sequedad. Pon en un recipiente agua con un chorro de vinagre. Lávate las manos con ella. Recuperarás la suavidad y la hidratación en la piel de tus manos. Otra receta casera consiste en elaborar una pomada con diez gramos de vaselina y unas diez gotas de limón. Aplícatela en las manos antes de acostarte. Otra truco consiste en aprovechar el agua caliente con la que friegues los platos. Úntate las manos con aceite de oliva y mételas en guantes de goma para fregar los platos con abundante agua caliente, cuando te las quites las tendrás hidratadas. Otra forma de conseguir una buena hidratación, consiste en ponerse mucha crema en las manos y envolverlas en papel de celofán. Déjalas durante unos veinte minutos. Quita el papel de celofán y enjuaga. Habrás recuperado la suavidad.