¿Te has encontrado con tu corbata favorita manchada y te la quieres poner mañana? No siempre es necesario que las lleves a la tintorería, a veces se pueden lavar a mano. Lo mejor es frotarlas enteras con benzol o tricloro. Si la has lavado a mano, plánchala luego algo húmeda y colócala en una percha para que recupere la forma original. Para plancharla, pon un cartón en medio con el fin de que la costura posterior no se quede marcada al planchar la parte delantera de la corbata. Ten en cuenta que tendrás que hacer algo de manualidades, porque debes dar al cartón la misma forma de la corbata. Plánchala con el cartón en medio. Si no tienes ninguna plancha a mano, humedece la corbata del revés con un trapito y enrróllala sobre una botella de gaseosa, sujetando el extremo con un alfiler. Al cabo de una hora estará perfecta.