La coliflor favorece la eliminación de líquidos, previene las enfermedades del intestino grueso y disminuye la tensión arterial, así como mantiene sana la mucosa intestinal y fortalece el sistema inmunitario. Además, aporta vitaminas A, C y E y es una verdura rica en calcio, fósforo, hierro y cobre, y contiene potasio, cloro, silicio, magnesio y azufre. Si te molesta el olor que desprenden al cocerlas, añade un chorrito de leche, vinagre o limón, lo que también ayudará a que quede más blanca y jugosa. Para evitar que produzca gases, cocínala con la olla destapada y añade un trozo de alga Kombu a la cocción. Otra manera de conseguir que la coliflor no produzca gases pasa por ponerla en agua fría, esperar que rompa a hervir y luego sacarla del agua. Después, vuelve a ponerla en agua fría y se deja cocer con un chorrito de vinagre.