Ahora que llega la primavera seguro que te entran ganas de recuperar las plantas que has abandonado durante el invierno. Si prefieres plantar tú misma las semillas y ver cómo crece la planta, sigue estos cuatro sencillos trucos. En primer lugar, deja en remojo las semillas la noche anterior a plantarlas, aunque si son de un tamaño muy pequeño, prueba a mezclarlas en agua y arena. En este caso de que las semillas sean pequeñas, recuerda que germinarán mejor si las cubres de tierra, pero debes tapar el semillero con un plástico o cristal para que mantengan elevada la humedad ambiental. Para las semillas duras, como las de los dátiles, lija la superficie antes de sembrar para que tomen mejor el agua. Si son de sabinas o cipreses pon sus semillas en arena húmeda a temperaturas frescas durante varios meses.