Las figuritas de marfil que decoran tu casa o algún collar o par de pendientes que guardes en el joyero pueden haber perdido el color original de esta materia. Para recuperar ese tono, sumerge las piezas durante tres o cuatro días en un recipiente con agua oxigenada. Para mantener el color original, límpialas regularmente con zumo de limón. Sin embargo, si tu intención es proporcionarles un aspecto de objetos antiguos, mételas en posos de café recién hecho una vez que ya se hayan enfriado. Quédate vigilando las piezas y retíralas cuando hayan adaptado el color que deseas. Después, límpialas con un paño fino que no pueda rayar su superficie. Otra manera de limpiar las piezas con café consiste en frotar las figuras con un paño humedecido en café muy fuerte y muy azucarado. Acláralas después con abundante agua fría y déjalas secar.