Los suelos de baldosas hidráulicas están de rabiosa actualidad, sobre todo, para quienes persiguen un efecto ‘retro’ en la solería o se plantean cambiar las baldosas en una casa antigua. Sus ventajas son innumerables y el resultado es muy atractivo, aunque debes tener en cuenta que este tipo de suelo es muy poroso y necesita ser impermeabilizado cada cinco o seis años, un tratamiento que además protegerá el color. Quedarán perfectos solo con pasarles cera y no debes pulirlos nunca. A la hora de fregarlos, recuerda que lo mejor será hacerlo con agua y jabón neutro. Si estás pensando en cambio optar por suelos de gres, recurre también al jabón neutro y el agua tanto si es esmaltado como si se trata de porcelánico o técnico. Es mejor que impermeabilices este suelo si está sin esmaltar. De esta manera evitarás que absorba las manchas.