La primavera llegó acompañada por unas inseparables y en algunos casos ‘indeseables’ amigas. Un remedio casero para ahuyentar su presencia consiste en repartir por los cajones de los armarios unas cuantas castañas pilongas. No tendrás que preocuparte más por ellas. Para alejar estos insectos de los armarios puedes recurrir, además de la conocida naftalina, por introducir un pequeño puñadito calvos (especia) en los bolsillos de los abrigos y la ropa de invierno. Es una forma muy efectiva de ahuyentar a las polillas y de evitar el olor de la naftalina en caso de que lo encuentres molesto. Para las alfombras, una vez que ya estén limpias, ponles encima algunas bolitas de naftalina y un poco de hierbas aromáticas o cáscaras de membrillo. Enrróllalas y átalas con una cuerda. Mantendrán, además de las polillas bien lejos, un buen olor.