Los toldos suponen una de las inversiones más importantes de la casa y que en muchas ocasiones se deja para cuando ya está amueblada completamente. Lo mejor para mantenerlo limpio es pasarle con regularidad el aspirador para que no acumule polvo. Si de esta manera no has conseguido eliminar alguna mancha cepilla el toldo con un cepillo o una esponja mojado en gel neutro y abundante agua fría. Vigila que la cantidad de gel sea la adecuada, porque si te pasas te resultará complicado eliminarlo. Si la mancha persiste, recurre a una esponja con un disolvente suave llamado tricolorethane y cepilla suavemente sobre la mancha. Ten en cuenta que si recoges el toldo cuando esté mojado después de un día de lluvia, desplégalo en cuanto pase la nube para que se seque al aire. Si hay tormenta, recógelo inmediatamente para que no se rompa.