Es el momento de recuperar las plantas después de haber pasado todo un verano lejos de ellas y de poner en práctica multitud de remedios caseros para que luzcan mejor que nunca. Un remedio antiguo manda regarlas con el agua en la que se han hervido huevos o machacar las cáscaras e introducirlas en la regadera con el agua con el que vayas a regar. Otro truco casero consiste en echarles sifón, pero hay que esperar a que éste pierda el gas. Si quieres evitar los bordes oscuros de las hojas, echa agua en una jarra y espera a que se evapore el cloro. Después, úsala para regar. Para revivir unas plantas mustias, añade el zumo de medio limón y para regar las plantas a las que sea difícil acceder, opta por poner unos cubitos de hielo en la tierra. Se desharán lentamente y no mojarás al vecino de abajo ni a los transeúntes.