La cebolla, aunque te haga llorar, es siempre indispensable en la cocina. Su sabor en la tortilla de patatas, en los guisos y su extraordinario toque en las ensaladas la han convertido en una de las permanentes presencias junto a los fogones. Pero, además, puedes aprovechar otras cualidades de las que también goza, como la de absorber el olor a cal que dejan las obras. Todo lo que hay que hacer es introducir una cebolla en un recipiente con agua. También resulta tremendamente útil para eliminar las manchas de óxido en las hojas de los cuchillos. En este caso, hay que espolvorear la cebolla mezclada con azúcar sobre la zona manchada. Pero, si lo que de verdad quieres es disfrutar de las cebollas sin derramar lágrimas, métela en el congelador unos minutos antes de cortarla o hazlo con la nariz tapada.