Los hules se ponen poco a poco de moda otra vez. Las nuevas tendencias en estampados y los coloridos diseños han convertido a estos manteles de plástico en un accesorio más que indicado en mesas de terrazas y jardines. Para la limpieza diaria, basta con pasarles un trapo humedecido en agua con jabón después de cada uso, pero antes de guardar el hule hasta que regrese el buen tiempo puedes frotarlo con un mezcla hecha de aceite y vinagre o con agua fría en la que hayas disuelto previamente una cucharada de azúcar y huevo. Otra manera de dejar relucientes estos manteles consiste en mezclar tres partes de aceite de linaza, una de vinagre y otra de fécula. Si te decantas por esta opción, elige aplicar la mezcla con un paño de lana en lugar de cualquier trapo de algodón para optimizar los resultados de limpieza.