Si estás harto de que al niño se le termine por caer el babero cuando esté más sucio, prueba a sustituir los nudos por el velcro para que el babero agarre mejor. Todo lo que hay que hacer es coser unas tiras de velcro en las puntas. Ésta es una buena opción para convertir en babero una servilleta antigua. Hay quien crea los baberos con tela de hule o con viejas toallas o trapos de cocina. Además del velcro, suelen recurrir a los clips de pinza como los que usan los dentistas en ambos extremos de una cadena y que sujeten, a su vez, la tela del babero. Una lectora nos ha escrito un correo electrónico en el que asegura que ella usa sus camisetas antiguas para ponerlas sobre la ropa del pequeño. Así, aprovecha una prenda que ella ya no usa y, según dice, el niño está feliz porque viste una prenda que ha visto en su madre.