Si en mayo nos hacíamos eco de las zapatillas Nike conectadas a un iPod, siete meses más tarde conocemos un estudio de la Universidad de Washington que alerta de que el pequeño aparato puede proporcionar información que afecta a la seguridad personal de los usuarios a terceras personas. En realidad, se refiere a que cualquiera que quiera puede seguir por medio de un ordenador el recorrido o ubicación exacta del corredor en un determinado momento, ya que el chip contiene una Identificación por radiofrecuencia (RFID). El propósito inicial del ‘gadget’ consistía en que el deportista tuviera en su iPod la información sobre su actividad física, tales como el tiempo del ejercicio, la distancia recorrida en kilómetros, la velocidad media o la velocidad máxima, aunque ahora también se sepa que otros pueden conocer estos datos.