Puede que te parezca mentira, pero un británico ha creado un aturdidor de crustáceos para que langostas, bogavantes y demás ricos manjares mueran sin dolor. El inventor británico Simon Buckhaven, preocupado por los derechos de los animales, ideó hace un par de años el CrustaStun, un dispositivo que permite cocer los crustáceos sin que experimenten dolor alguno durante el camino a la muerte y a su destino final: el plato. Consiste en un dispositivo eléctrico, incorporado al tanque en el que se guardan los crustáceos, que emite una descarga que deja a los animales aturdidos e insensibles al dolor. A partir de ahí, el proceso de cocción apenas difiere de los tradicionales. Puedes tener más información sobre este invento en la página web www.crustastun.com.