Si te has pasado todas las Navidades sin mirarte frente al espejo, puede que en los próximos días redescubras la celulitis que, menos a unas cuantas privilegiadas, ataca el cuerpo de todas. Una fórmula bastante extendida en centros de relajación y belleza consiste en mezclar una taza de aceite de maíz con media de zumo de pomelo y dos cucharaditas de tomillo seco. Una vez que la tengas lista, date un masaje en las ‘zonas conflictivas’. Si te gustan los ‘enredos de verdad’ y quieres maximizar los efectos, envuélvete las piernas con un plástico para apresar el calor corporal. Otro anticelulítico casero consiste en frotar las zonas afectadas con granos de café, un componente que está presente en la mayoría de los anticelulíticos. Si decides ponerte a régimen por los excesos navideños, consulta a tu médico antes de comenzar ninguna dieta.