Si acabas de recibir un impresionante collar de corales como regalo o has recuperado alguno del baúl de los recuerdos, ten en cuenta que lo conservarás perfectamente si de vez en cuando le das un baño en aceite de oliva. Todo lo que debes hacer es dejarlo toda la noche y luego secarlo con un paño suave. De esta manera, evitarás que pierdan su color. Si las piedras están muy desgastadas, es mejor que las lleves a un especialista para que las recupere. Puedes arriesgarte aplicándole una mezcla compuesta de una cucharada de trementina y tres cucharadas de aceite de almendras. Después, frota suavemente las piezas y sécalas con papel de seda. Deja el collar así durante un día y saca brillo a cada pieza con gamuza. De esta manera, recuperarás el brillo de los corales y podrás lucirlos mejor que nunca.