Las joyas y cadenas de oro deben guardarse por separado, para que no se rayen con el roce de unas con otras. Si no tienes espacio para disponer de varias cajitas, es mejor que las envuelvas en papel de seda para que no se estropeen. Para mantenerlas limpias, pon en un pequeño recipiente un poco de lavavajillas, frota la cadena con la yema de los dedos y aclárala. Todo lo que tienes que hacer después es secarlas para que queden relucientes. Otro remedio consiste en cepillarlas suavemente con agua tibia jabonosa. Después, aclaras las piezas y les sacas brillo con un paño suave. Si la suciedad persiste, introdúcelas en un recipiente con agua hirviendo y un chorrito de amoníaco. En general, puedes limpiar las joyas metiéndolas en un recipiente con alcohol de 90 º durante unos minutos. A continuación las cepillas suavemente por todos los lados.