Si quieres eliminar los restos de haber frito algún rebozado en una sartén, ponla a hervir con agua y un poco de lavavajillas. Pero, si lo que quieres es que los fritos no se peguen a la sartén nueva, frota el interior con un poco de tocino. Después límpiala con papel absorbente. Otro remedio, esta vez para que no queden posos en la freidora, consiste en poner un papel de filtro en el fondo una vez que ya hayas terminado de freír, pero todavía con el aceite caliente. Cuando el aceite se enfríe, retira el papel con la ayuda de unas pinzas. Sin embargo, si tu problema es que el aceite salta de la sartén o de la freidora cuando se calienta, prueba a introducir dentro de la misma una rama de tomillo y un poco de sal gorda. Así ya no te quemarás más y ensuciará menos.