Como la Ley de Murphy suele cumplirse, siempre se rompe el jarrón que más te gusta, que también es el que más usas. El mejor remedio para pegar el florero consiste en pegar los trozos con una buena cola. Rellena las grietas que hayan quedado entre un trozo y otro con pulpa de almendras amargas secas. Después, introduce el jarrón en un recipiente con agua y déjalo que hierva durante 10 minutos. Otro truco para conseguir recuperar tu florero favorito consiste en pegarlo de manera normal y, después, colocarle una venda alrededor durante unos 15 minutos. Con la presión que ejercerá asegurarás que quede compacto. Pero, si el problema es que se filtra el agua del jarrón, podrás remediarlo sometiéndolo a un baño de parafina. Una vez seco, podrás volver a exhibir las flores en él sin ningún problema.