Puedes reciclar las latas una vez que ya estén usadas si pones la imaginación a disposición de la tarea. Conseguirás hacerlo de manera fácil, barata y decorativa si sigues una serie de pasos: Quita por completo la parte superior y límala por si existiera algún reborde; retira la etiqueta de papel sumergiendo la lata en agua caliente; después puedes pintarla con spray o algún esmalte acrílico. De esta manera, habrás convertido la lata en un bonito macetero, un portalapiceros o una papelera. Todo dependerá del tamaño de la lata y de tu imaginación. Las latas de estaño se hacen de hojalata, un grado especial del acero recubierto con una fina capa de estaño para evitar la oxidación. El reciclaje de estas latas ahorra el 75% de la energía utilizada en la producción original cuando se utilizan materias primas. Actualmente, el 25% de cada lata nueva es de acero reciclado.