La transpiración es una respuesta natural del cuerpo que permite enfriarlo y regular los niveles de sal. En sí el sudor no huele, son las bacterias las causantes del olor corporal, aunque también está vinculado con la alimentación. Nuestra dieta es cada vez más ácida, llena de aditivos y carente de nutrientes, por lo que nuestro organismo se empeña más y más en eliminar sus toxinas.
Una forma de hacerlo es mediante la piel, que con el sudor ayuda a desintoxicar el sistema linfático. La piel es uno de los pulmones del cuerpo. Lo mismo recibe oxígeno y nutrientes que elimina sales y toxinas.
El principal ingrediente en la mayoría de los desodorantes y antitranspirantes es el aluminio. Su función es detener la sudoración bloqueando la salida del sudor de los poros, lo que puede causar daños a tu salud. Pero no es el aluminio el único componente que puede causar alergias y problemas serios de salud. Por fortuna, la mayoría de los fabricantes ya no utilizan parabenos (se usaban como conservantes) en los desodorantes y antitranspirantes. Son responsables del aumento del cáncer de mama en las mujeres.
Las reacciones alérgicas a los desodorantes y antitranspirantes con frecuencia dan como resultado la dermatitis de contacto en el área de la axila. La erupción produce mucho picor, ampollas o inflamaciones, piel escamada y supuración.
La ventaja de preparar tu propio desodorante es que evitas los químicos y contaminantes que vienen en los desodorantes comerciales. Hacer tu propio desodorante es económico, te ayuda a tu salud y también ayuda al ambiente, porque la industria cosmética es una de las más contaminantes del mundo.
Ingredientes:
Preparación:
Coloca a hervir el agua. Cuando entre en ebullición añade las cucharadas de romero y apaga el fuego, dejando reposar la mezcla durante diez minutos con la cacerola tapada.
Cuando enfríe, añade el alcohol y las gotas de esencia de limón. Envasa en un frasco bien limpio y emplea cuando gustes. La mezcla dura alrededor de un mes y es perfecta para mantener la piel seca y fresca en cualquier momento del día.
Otro desodorante natural que podemos fabricar en casa se hace con vinagre de sidra de manzana y lavanda de la siguiente manera. Se coloca un puñado de lavanda en una taza y se cubre con el vinagre. Dejar macerar en un frasco con tapa y en un ambiente cálido. Se esperan diez días, lo filtramos y envasamos en otro frasco o botella de vidrio. Antes de usarse se mezcla una parte de esta preparación con dos partes de agua y se debe lavar y secar bien las axilas.
Ingredientes:
Preparación:
Corta muy finamente o ralla las pieles de todos los cítricos y hiérvelos en el litro de agua durante unos pocos minutos. Luego filtra la preparación y resérvala para el momento en que vayas a darte un baño. Ahora sí, arroja la decocción de cítricos al agua del baño, añade la sal marina, el bicarbonato y a disfrutar de la inmersión. No solamente que este combinado de elementos te hará desaparecer unos cuantos malos olores de tu cuerpo, sino que además es reconfortante y relajante para la tina.