Los amantes del vino pueden ahora llenar su bodega de latas. La idea de cambiar la tradicional botella de cristal por una lata pertenece a la bodega australiana Barokes. La compañía aconseja su uso durante «actividades al aire libre como picnics, mientras se navega, en los descansos de una jornada de esquí». Con una capacidad de 250 mililitros, esta lata llenaría dos copas, cuesta aproximadamente tres euros y se puede conservar hasta cinco años en condiciones óptimas, dicen los productores. Disponible en varios países, como Estados Unidos y el norte de Europa, recientemente ha entrado en Japón, donde se ha distribuido en supermercados de lujo y en las pizzerías con servicio a domicilio. Este vino presenta dos variedades, el Cabernet Shiraz Merlot, tinto y rosado, y el Chadornay Semillon, blanco y espumoso.