Las pantallas de las lamparitas de noche se estropean en muchas ocasiones. A la hora de limpiarlas (debes desconectarlas siempre para manipularlas), hay que tener en cuenta el material en el que están elaboradas. Si la pantalla de papel tiene alguna rozadura, bórralas con una goma blanda y elimina las manchas con un algodón humedecido en éter y agua. Para las pantallas de opalina que estén muy sucias, sumérgelas en agua con una cucharada de amoníaco y déjalas secar. Sin embargo, si está realizada en seda elimina las manchas con un paño humedecido en agua y vinagre. Para cualquier pantalla de tela, pasa la aspiradora cada cierto tiempo para quitarle el polvo. Pero si son de rafia, pasa una esponja empapada en leche descremada en el sentido de los hilos, y sécala después con un trapo seco.