El secreto de la receta del bacalao dorado reside en el huevo. Un buen pescado, unas finas patatas paja, cebolla picadita y… una buena ración de huevo. Los gurús de la cocina portuguesa reconocen que la manera de verter el huevo en la cazuela es la clave para que el plato resulte realmente sabroso. Hay que añadir el huevo en tres partes. Una vez que con la cebolla ya dorada hayas rehogado el bacalao y las patatas, se echa la primera parte de huevo batido. Se mueve lentamente y, cuando ya está más o menos cuajado (que no seco), se debe agregar otra parte del huevo sin dejar de remover. Cuando el plato ya esté listo, apaga el fuego y deja la cazuela sobre el fogón. Es el momento de agregar la última parte de huevo batido. Tapa la cazuela y déjalo reposar sin remover. De esta manera, quedará sabroso y estará listo para llevarlo a la mesa.