Los jarrones de cuello estrecho resultan en muchas ocasiones bastante complicados de limpiar. Un buen remedio consiste en recurrir a un puñado de arroz y agua para ponerlos a punto. Una vez que hayas introducido el arroz y el agua, agita con fuerza tapando la boca del jarrón y deja que salga el arroz y el agua. Después, enjuaga en un par de ocasiones y listo. Si no tienes arroz en casa, sustitúyelo por un puñado de sal gorda. Si las manchas persisten, recorta papel de periódico en trozos pequeños y mételos dentro. Bastará con añadir una cucharada de sal gorda, llegar de agua y agitar hasta que veamos que las manchas han desaparecido. Otro remedio para los jarrones de cuello estrecho consiste en meter dentro arena, agua y detergente. Agítalo con fuerza y enjuaga. Con estos remedios conseguirás que los jarrones queden limpios.