Los caldos de las tierras chilenas también maduran en el fondo del océano Pacífico. Las bodegas de Viña Casanueva han creado las primeras Cavas Submarinas: unas bodegas bajo el mar. Las botellas, selladas con un corcho hermético para impedir que el vino se estropee con el agua salada y con una etiqueta barnizada para evitar su deterioro, pasan entre dos y seis meses sumergidas en el océano. Aun así, los vinos terminan con un sabor salino y unos niveles carbónicos mayores de lo habitual. En España, el grupo Guirado, gracias a la importadora Terra-Mar, de Sant Cugat del Vallés, comercializa estos vinos por un precio de entre 7 y 25 euros. En algunos restaurantes chilenos ofrecen, además de la posibilidad de degustar las botellas, ir a buscarlas al fondo del océano con un instructor de buceo. Más información en www.importadora-terramar.com.