Además del eficaz papel de lija para afilar las tijeras, prueba con distintos remedios para tenerlas siempre a punto. Un medio práctico y cómodo consiste en frotar sus filos en el cuello de una botella de cristal, como si intentaras cortarla. De esta manera, también afilarás las tijeras. Otro manera de recurrir al vidrio consiste en frotar los filos de las tijeras, mediante movimientos de vaivén, con el interior de un vaso de cristal. Estos dos remedios también resultan muy eficaces con los cuchillos. El truco del papel de lija como afilador consiste en cortar varias veces el papel de lija para que los filos de las tijeras se conviertan en cortantes. Pero, si lo que quieres es limpiar las tijeras que usas para la poda y las macetas o las flores del jardín, recurre a un trozo de madera. Úsalo como si quisieras cortar la madera para conseguir dejarlas limpias.