Una de mis compañeras se ha pegado uno de esos viajes que hacen historia y, al llegar a casa, se ha dado cuenta de que la maleta ha quedado sucísima de tanto ‘trasteo’ de aeropuerto en aeropuerto. Tan sucia estaba que ha llevado la maleta a la tintorería, donde le han recomendado que lo haga en casa con agua, amoniaco y un cepillo. Si es rígida, también puedes pasar la aspiradora para retirar primero el polvo. Para las maletas de piel, humedece un paño en crema limpiadora de la que empleas normalmente para la cara y frota ligeramente toda la maleta. Además, de vez en cuando aplícale una capa de crema especial para protegerla. De esta forma se conservan mejor y durante más tiempo. Cuando vuelvas de viaje, evita llevar los carretes o las tarjetas de memoria en la maleta. Así, si te la pierden, no te habrás desecho de los mejores momentos.