En ocasiones, las cebollas tienen un sabor muy fuerte y no a todos los que sientes en la mesa les tienen que gustar comerlas en la ensalada. Para rebajarlo, prueba a cortarla en juliana y dejarlo durante media hora en un plato con aceite. A veces, se puede rebajar el gusto de las cebollas dejándolas en remojo con agua, pero el aceite le da un toque bien rico. Una vez que pasen los 30 minutos, ya sea de inmersión en aceite o agua, alíñala como siempre. Otro remedio para restar el sabor fuerte de las cebollas consiste en pelarla, lavarla y cortarla media hora antes de servir la ensalada y ponerla en un plato con muchísima sal que la cubra generosamente. Cuando vayas a añadir la cebolla al resto de los ingredientes, sólo tienes que lavarla bien para quitarle el exceso de sal. La aliñas como siempre y la llevas a la mesa ya lista para consumir.