Si eres de los que no soporta los olores artificiales, ni los neutralizadores ni ninguna fragancia artificial pero quieres darle un aroma fresco al cuarto de baño, prueba con la lavanda. Todo lo que debes hacer es cortar flor de lavanda en pequeños trozos y llenar con ellos alguna bandeja o un tarro de cristal. No te molestes en esconderlos, quedarán muy decorativos a la vista y refrescarán el ambiente. Otra manera de conseguir un ambientador agradable y natural consiste en hacer algunas trenzas finas de lana y de distintos colores. Mételas en un frasco de colonia y deja una parte de la trenza fuera del bote. De esta forma, obtendrás un ambientador con tu perfume preferido. También puedes fabricar tu propio ambientador empapando en suavizante para ropa algunas bolas de algodón y colócalas en algún rincón del cuarto de baño.