Seguramente tus labios se habrán resentido con la llegada del frío. Si no quieres tener los labios llenos de pieles secas los próximos días de fiesta, recurre al bálsamo labial de menta. Aplícate una capa gruesa y frótate suavemente los labios con un cepillo de dientes. Ten en cuenta que este paso busca eliminar la piel muerta que sobra, no frotes en exceso si no quieres hacerte daño. Después de este paso, recurre a una ración ‘extra’ de hidratación basada en la miel y el aceite de oliva. Por un lado, puedes untarte una generosa capa de miel sobre ellos para dejarlos muy suaves. Pero, si no eres aficionada al dulce, prueba a mojarte los labios con aceite de oliva. Repite cualquiera de estas dos últimas operaciones dos o tres veces cada semana y podrás presumir de unos labios ‘jugosos’ y muy hidratados.