Ahora que ha llegado el buen tiempo, apetece salir a la terraza de casa y disfrutar del mobiliario que se tenga en ella. Para que los muebles de mimbre sigan en perfecto estado, humedécelos de vez en cuando con una esponja o un vaporizador. Para lavarlos usa un cepillo suave de cerda larga y déjalos secar al sol. Si quieres impedir que los muebles de mimbre tomen un color amarillento, debes fregarlos periódicamente con una solución de agua tibia y sal. Espera a que se seque y, después, pasa un paño seco para eliminar la humedad. Otra manera de conservarlos consiste en frotarlos enérgicamente con medio limón ya que, además de eliminar el polvo y la grasa, les da mucho brillo. Si tienes un cesto de mimbre bastante deteriorado y quieres recuperarlo, sólo tienes que pintarlo del color que más te guste con un aerosol y ya podrás usarlo otra vez.