No hay nada que dé más coraje que descubrir que al jarrón que heredaste de tu abuela o el que te regalaron en aquella ocasión tan especial le ha salido una pequeña grieta en la base. Para poder seguir llenándolo de flores, sigue este infalible truco. Calienta un poco de parafina al baño maría y viértela sobre el fondo del jarrón de manera que resulte una capa homogénea y quede bien extendido. Espera a que se seque y ya podrás volver a llenar tu jarrón con agua y tus flores favoritas. En cuanto a las flores, recuerda que te durarán más tiempo si por la noche las sacas al balcón o a la ventana (si no hace mucho frío). O bien, déjalas que pasen la noche en una habitación fresca y con una ventana abierta. Durante el día, cuídalas como si se trataran de una planta de interior y evita que les dé el sol directamente, así como exponerlas a temperaturas altas.