Si tienes suelos de madera en casa y éstos crujen con cada paso que das, prueba un truco para terminar con ese incómodo ruido. Friega el suelo con agua jabonosa y espolvorea polvos de talco entre listón y listón. Deja pasar la noche y pasa el aspirador. Los sonidos habrán desaparecido para siempre. Este misterioso sonido encuentra su explicación en la porosidad de la madera, especialmente el pino usado en la construcción, que constantemente se expande y contrae según los cambios de humedad. Los inviernos secos, los veranos húmedos y los sistemas de calefacción y aire acondicionado provocan cambios en ella y hacen que cualquier ajuste se debilite con el tiempo. No importa lo nueva o vieja que sea tu casa, los ruidos provenientes del suelo pueden aparecer de la noche a la mañana por una gran variedad de razones.