He pasado estas últimas noches visionando los dvds de las Aventuras de mi querido Tintín. Al igual que los cómics no dejan de ser muy entretenidas, pero carecen de la magia de los libros por un simple detalle. La voz. En mi cabeza las palabras de Tintín, los insultos del Capitán, el “yo aún diría más” de Los Hernández o el “siempre al oeste” de Tornasol suenan de otra manera muy distinta, incluso el “Aria de las joyas del Fausto de Gonoud” de
¡Ser niño es un rollo! Te toman por tonto. Me acuerdo cuando a mediados de los 90 en las mañanas de Antena 3 comenzaron a emitir Ranma ½. Una serie divertidísima de dibujos cuyo argumento principal es el problema del protagonista, Ranma, un adolescente que practica artes marciales y que cuando se moja con agua fría se convierte en una preciosa jovencita, para volver a transformarse en hombre al contacto con el agua caliente. El problema de esta serie es que los desnudos de los protagonistas están a la orden del día, y las cabezas pensantes de esta cadena decidieron meter la tijera a cada desnudo, y claro, pasa lo que pasa, que no te enteras de que va la maldita serie, ya que en los desnudos se pierde también parte de la trama. ¿Es que los niños se van a asustar de ver un dibujo animado desnudo por Dios?
Yo me pregunto ¿Quién cuida de sus mentes cada tarde en los programas del corazón donde se ven constantemente personas desnudas (y no de dibujos animados) y soltando por esa bocaza las mayores groserías, palabrotas y faltas de educación del mundo?
Lo dicho amigos niños. Ser niño es un rollo. Pobre de vosotros. Os toman por tontos. Pero no os preocupéis. Ya os falta poco. Muy pronto seréis mayores de edad, y nadie os impedirá ver una serie o programa porque digan tres palabrotas o hagan una estúpida broma sobre sexo. Además, ya os daréis cuenta que tampoco es para tanto. Es un paso tan natural como neceario en la vida. Mucho ánimo mis pequeños amigos. Esto de ser niño es sólo un breve trámite necesario, pero con fecha de caducidad. ¡Ya lo veréis!