El otro día leí en Diario HOY un artículo de Jaime Álvarez Buiza que me gustó especialmente. “De periódicos (I)” rezaba por título, y me encantó eso de (I) porque seguro que significa que hay continuación.
La verdad es que hay por ahí mucho tacaño. Por Dios, que el Hoy Vale 1 Euro señor mío. No comprendo como una persona que literalmente devora un periódico, es decir, que goza con el placer de su lectura, no puede gastarse un mísero euro para no tener que estar pendiente de que quede libre el periódico del bar de turno. Como en mi casa el periódico (además de algunos otros por supuesto el HOY claro) no ha faltado nunca, era muy raro que quisiera ojearlo en algún bar. Desde hace unos años que abandoné el domicilio familiar, debido a mi jornada quizás no pueda seguir la edición impresa a diario, pues no me es posible salir de casa todas las mañanas, pero no pierdo detalle de la edición digital, y en cuanto salgo de mi casa siempre que puedo compro el periódico para hacer lo mismo que el señor del artículo, empaparme de él, pero de “MI” periódico, no de uno comunal de una cafetería. Los periódicos de los bares son algo muy práctico y es una buena atención para con el cliente, y están muy bien, porque puedes consultar en un momento alguna pequeña cuestión, como la película que echan por la noche, o ver a que hora es el partido, o consultar los horarios del cine, o por supuesto, si aún no lo has leído, entretenerte con su lectura mientras degustas tu desayuno, pero siempre un ojeo, de una manera rápida, pues es de muy mala educación acaparar un periódico que está a disposición de todos.
He hablado en numerosas ocasiones de lo importante, práctico y divertido que es disponer del periódico en tu propia casa. La de veces que habré escuchado “en mi casa no es costumbre comprar el periódico”. “¡Pues mal hecho!! Responde mi menda “¡Deberías empezar ya a cambiar de costumbres cuanto antes!”
Amigos míos, comprar el periódico es un hábito muy saludable, que les ayudará a estar informado de lo que pasa en su ciudad, país, y en el resto del mundo. Además de algo de cultura, que nunca viene mal, les proporcionará unas horas muy gratas de ocio siendo un elemento más en el menú de su desayuno diario. Si ustedes leen el periódico y lo tienen en sus casas, sus hijos también lo harán, y no se convertirán en unos cafres incultos y tacaños que se desviven por conseguir el diario comunal de cualquier cafetería para ahorrase un miserable euro. Además si se trata de ahorrar lo mejor es suscribirse. Y lo más cómodo. Sale mucho más barato que comprarlo a diario y encima lo tienes debajo de tu puerta a primera hora. El servicio es fenomenal, se lo garantizo, y la comodidad total.
Quien suscribe está esperando un par de meses, a que me entreguen mi nueva casa, donde me estableceré definitivamente y por muchos años si Dios quiere. Lo primero que haré será suscribirme al Diario HOY. No quiero renunciar al placer del que disfruté durante tantos años en casa de mis padres. El de poder saborear la primera taza de café empapándome de las noticias y del aroma mezclado con el olor a la tinta del Diario HOY. Ya lo dice Joaquín Rodríguez Lara, mi nombre huele a tinta. Pero a tinta del Diario HOY, por supuesto.
Amigos míos, permítanme un valioso consejo: Compren cultura, compren entretenimiento, compren educación e información para ustedes y los suyos. Compren el periódico. Compren Diario HOY.