Me da exactamente igual lo que expongan los sindicatos. Me importa un bledo lo que afirme la patronal. Ayer por la mañana la dediqué a ir a visitar negocios donde poder comprar una cocina decente para mi nueva casa recién adquirida. Casualmente mi novia disfruta de unos días de vacaciones, y yo no trabajo por las mañanas, por lo que, a pesar de la convocatoria de huelga, nos decidimos a realizar una pequeña aproximación para buscar algo que estuviera a nuestro alcance. Ninguna de las tiendas a las que nos dirigimos en el día de ayer postraba el cartel de “cerrado” en la puerta de entrada.
Para más inri, además era el cumpleaños de mi novia, por lo que quedamos con su padre para tomar unas cañas a mediodía en un bar que se encontraba desarrollando su actividad normal como cualquier jornada de un día de diario. Poco después, mi menda, junto a su amigo y compañero “gallardas” se dispuso a acudir a su puesto de trabajo y no halló, a Dios Gracias (para ellos sobre todo) ningún piquete ni inconveniente alguno para poder desarrollar su normal actividad.
Cerramos “la jefa” y yo la noche con una “cenorria” de antología para celebrar su cumpleaños, y tras la gran ingesta nos pasamos por una gasolinera para llenar el depósito de nuestro Picasso y poder acudir mañana sin problemas a Sevilla para presenciar a los U2 en concierto. Y todo esto antes de dar las doce de la noche.
Es cierto, que por la mañana, alguna que otra pequeña tienda estaba cerrada. No digo que no. Incluso hay que señalar que algún que otro compañero de mi trabajo no acudió a su puesto porque estaba en favor de la huelga, cosa que a mi menda le parece estupendo. Pero de ahí a escuchar cosas como “la huelga ha sido un éxito en Extremadura” “la han secundado un 70% de trabajadores…” No sé que habrá pasado en otras ciudades, o poblaciones, pero mi menda vive en Badajoz, y les acabo de detallar mi día de ayer. No quiero posicionarme ni significarme por nadie, pero escuchar según que tipo de noticias, le hacen pensar a uno que quien las transmite tan alegremente es que no debe se vecino de la misma localidad.
He aquí mi aventura y desventura de ayer, día de huelga general, de un anónimo ciudadano y humilde trabajador, para que conste en acta, y signifique un testigo más para paliar las atrocidades y mentiras que siempre acechan tras la celebración de una huelgan general, donde tanto unos como otros, sindicatos y patronal, se quieren llevar el gato al agua. Unos, la patronal, amenazando a sus trabajadores con un inmediato despido si se acogen a su derecho de huelga, y otros los sindicatos, que escondidos y camuflados bajo la muchedumbre de los piquetes informativos, destapan la mayor de sus bajezas utilizando las artes más crueles y amenazadoras existentes para impedir a los trabajadores su derecho inalienable de acudir a su puesto de trabajo. Gracias a Dios, mi menda no ha sufrido ayer ninguna de éstas amenazas y pudo obrar como le vino en gana. Y lo dicho, ni uno (la empresa) ni otro (los sindicatos) intentaron imponerle nada. Lo dicho, me alegro por ellos, porque si así hubiera sido, les juro por el Cetro de Ottokar que hubiera ardido Troya.