Recuerdo que cuando mi menda cursaba 7º de EGB, con una de mis seños favoritas, doña Loli, (quien espero que aún no me haya olvidado) del General Navarro, teníamos un libro de texto de “Lenguaje” fabuloso. Era una especie de mezcla de lengua y literatura, y guardaba en cada lección múltiples secciones, cada cual más divertida, profunda e interesante. Recuerdo una que me gustaba especialmente, y que como no podía ser de otra manera, se me daba la mar de bien. “Taller de Creación” rezaba por título, y la verdad es que la cosa iba de aquello, de inventar, de escribir redacciones sobre cosas que estudiábamos, de exponer debates, pensamientos y cosas así. Creo que se debe a secciones como esa la diferencia existente entre los que nacimos a finales de los 70 y la que a modo de broma yo llamo “la generación perdida”, es decir, aquellos que llegaron al mundo bien entrados los 80 y no saben casi ni hablar ( de escribir ni comento). Mi novia y yo cuando queremos inventarnos algo u observamos que alguien se está inventando una historia siempre gritamos a la vez “¡Taller de Creación!”
Pues todo esto viene al caso porque debido a mi horario no he podido seguir la tan comentada serie de Felipe y Letizia, pero les aseguro que pienso descargármela por Internet para disfrutarla este fin de semana. Me han dicho que uno se parte viendo a Juanjo Puigcorbé imitando a Su Majestad el Rey con esa especie de frenillo donde en ocasiones lo hace parecer tonto del haba. Que el Príncipe Felipe se parece lo mismo que mi menda al “Duque” de “Sin Tetas no ha Paraíso” y que Su Majestad