Ayer podía leerse en las páginas de HOY que Badajoz regresará a los 80 en el mes de Marzo, pues el Teatro López de Ayala contará en su programación con el musical “Hoy no me puedo levantar”. No se asusten que no voy a exponer crítica alguna al espectáculo musical, pues no es éste mi propósito de hoy, aunque si cuenta con música de Mecano evidentemente no puede estar mal del todo.

Aquello del “regreso a los 80” me ha dado que pensar. Es evidente que la generación que me precede, o incluso también la mía, sufrimos un preocupante síndrome de Peter Pan que nos “agilipolla” hasta límites insospechados. Algunos, más que de “regreso” deberían de hablar de “continuo retorno” o peor aún, de “anclaje”.

A mi menda, como es normal, le gusta recordar con nostalgia aquella época tan especial, y es frecuente que toque muchos asuntos de ellos en mi blog y artículos dominicales, pero no por ello tengo que comportarme como si tuviera 10 ó 12 años todavía. Me encanta “regreso al futuro”, y “los goonies”, y jugar de vez en cuando con algún juego del “Spectrum + 3”, pero siendo francos, les confieso que no echo de menos los 80 para nada. La nostalgia nos hace muchas veces disfrazar de entrañable, recuerdos de cosas que no lo son tanto, y uno, como Miguelito, el amigo de Mafalda, quiere que le enseñen la historia… pero para adelante, y no para atrás. Y como eso es imposible debemos seguir viviendo, pero en el presente, recordando, y no retrocediendo hacia atrás. Además, entre nosotros… ¿Se acuerdan de las pintas de las “supuestas” tías buenas de las pelis de la época? Igualitas igualitas que la Scarlett Johansson… ¡Por las narices!